Pituflai. - ¿Qué hace un humano cuando se encuentra una abeja?
San. - No mueve ni un músculo hasta que se va.
Pituflai. - Cuando ve un mosquito puede llegar a descoyuntarse con tal de liquidarlo.
Pituflai. - Acabo de tener una revelación. Estamos conectadas: los humanos se alimentan de tu miel y yo me alimento de la sangre de los humanos.
San. - Vale. Me encanta saber que eres una superparásita y yo tu superhuésped.
San. - Me gustaría entrar y salir. Tienes suerte, eres libre.
Pituflai. - La única pega es que mi fuente de alimentación tiene unas manos muy grandes.
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